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Crema de remolacha y chirivías con arroz integral prebiótico

Ingredientes:

Una crema deliciosa con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Posee almidón resistente que proviene de la patata y el arroz integral cocidos y luego enfriados 24 horas en el frigorífico, con esto convertimos el plato en un fantástico prebiótico natural para estimular el crecimiento de nuestras bacterias intestinales beneficiosas.

Cortamos las cebollas en juliana y las pochamos a fuego lento con dos cucharadas soperas de AOVE.

Pelamos y cortamos todas las verduras (excepto la patata que la tendremos reservada ya cocida) en taquitos y añadimos.

Salteamos 2 o 3 minutos y cubrimos con agua las verduras y llevar a ebullición.

Dejar a fuego medio-bajo con la tapa durante unos 30 minutos hasta que estén blanditas.

Incorporamos el arroz y la patata fríos (que contienen el almidón resistente).

Trituramos hasta conseguir la textura deseada.

Cortamos las cebollas en juliana y las pochamos a fuego lento con dos cucharadas soperas de AOVE.

Pelamos y cortamos todas las verduras (excepto la patata que la tendremos reservada ya cocida) en taquitos y añadimos.

Salteamos 2 o 3 minutos y cubrimos con agua las verduras y llevar a ebullición.

Dejar a fuego medio-bajo con la tapa durante unos 30 minutos hasta que estén blanditas.

Incorporamos el arroz y la patata fríos (que contienen el almidón resistente).

Trituramos hasta conseguir la textura deseada.

Elaboración del arroz integral prebiótico:

Dejamos en remojo el arroz integral la noche de antes.

Tiramos el agua de remojo, lavamos y escurrimos bien el arroz.

Ponemos el agua en una cazuela a calentar y cuando rompa a hervir, añadimos el arroz y 3 hojas de laurel. Bajamos a fuego medio, tapamos y dejamos que el arroz se cocine durante unos 40 minutos.

Apagamos el fuego y dejamos que el arroz repose durante unos 5 minutos más.

Colocamos el arroz cocido en un recipiente de cristal, dejamos enfriar a temperatura ambiente y después lo ponemos en el frigorífico, durante al menos 24 horas.

En ese tiempo se producirá el almidón resistente que estimulará el crecimiento de nuestras bacterias intestinales beneficiosas.

Podemos volver a calentar el arroz, siempre que la temperatura no exceda los 100 º, así mantendremos el almidón resistente que habíamos producido.