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La albahaca es una planta aromática, de la familia de la menta, que se utiliza como condimento en las gastronomías de casi todo el mundo.

Sus valores nutricionales nos dejan con la boca abierta.

Media taza de albahaca (20 gramos) contiene:

  • Calorías: 5
  • Vitamina K
  • Manganeso
  • Vitamina A
  • Vitamina C
  • Calcio
  • Hierro
  • Folato
  • Magnesio
  • Omega 3

Las increíbles propiedades curativas de la albahaca.
La albahaca se considera una de las hierbas más saludables. La vitamina K favorece la coagulación de la sangre; la vitamina A es antioxidante y protege a las células y los vasos sanguíneos de los radicales libres. Esto ayuda a prevenir el colesterol , la arteriosclerosis, los ataques cardíacos y los accidentes cerebro-vasculares.

Contiene aceites volátiles como: estragol, linalol, cineol, eugenol, sabineno, mirceno y limoneno, tienen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.

También destacamos sus propiedades antibacterianas:
Los flavonoides que se encuentran en la albahaca han demostrado proteger las estructuras celulares y combatir el crecimiento de bacterias no deseadas incluyendo: Listeria monocytogenes, Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Yersinia enterocolitica y Pseudomonas aeruginosa.

Posee efectos antiinflamatorios
El componente de la albahaca llamado eugenol, ha demostrado bloquear la actividad de la enzima ciclooxigenasa (COX), normalmente regulada por medicamentos antiinflamatorios como la aspirina y el ibuprofeno. Por lo tanto, la albahaca es considerada antinflamatoria y puede aliviar las molestias de la artritis reumatoide y las enfermedades inflamatorias intestinales.

Mejora la salud cardiovascular y previene el colesterol
La albahaca es buena fuente de vitamina A, un antioxidante que protege las células epiteliales contra el daño de los radicales libres y ayuda a prevenir el colesterol.

La albahaca también contiene magnesio, que mejora la salud cardiovascular, al relajar los músculos y los vasos sanguíneos.

La cantidad recomendada; sería un puñado de albahaca (media taza) fresca, incorporada en cualquier tipo de receta, puede aportar los beneficios descritos anteriormente. Si deseas consumirla como remedio natural, habla con tu médico antes de hacerlo para que pueda aconsejarte teniendo en cuenta tu estado de salud.

Consejos para seleccionar y almacenar la albahaca

Albahaca fresca – Trata siempre de comprar albahaca fresca, ya que es mucho más aromática y sabrosa. Para darte cuenta de si está fresca, observa que sus hojas estén verdes, brillantes y no tengan manchas, ni decoloraciones.
La albahaca fresca se puede almacenar en el refrigerador, envuelta en una toalla de papel ligeramente húmeda. También puedes congelarla, entera o picada, en recipientes herméticos. Incluso puedes congelar la albahaca en bandejas de cubitos de hielo, mezclada con agua, caldo o aceite, que buena idea eh!

Albahaca seca – Si optas por comprar albahaca seca, visita una dietética o tienda naturista de tu confianza y luego almacénala en un frasco cerrado. Recuerda conservar tus especias lejos del calor, en un lugar fresco y oscuro.

Ahora os detallo algunas formas de usar albahaca fresca y beneficiarnos a tope de sus maravillosas propiedades… a mi me fascina!

Tratamiento contra el acné – Prepara un té de albahaca hirviendo 1 taza de hojas de albahaca en 2 tazas de agua, durante 10 minutos. Luego aplica el té de albahaca sobre tu rostro con ayuda de un algodón. Así de simple!
La albahaca es antibacteriana y te ayudará a prevenir el acné y los puntos negros.

Para aliviar náuseas, mareos y dolores de cabeza – La albahaca es antiespasmódica, por lo que si la consumes fresca en una ensalada o salsa, o en forma de té, podrás sentir un alivio del dolor de cabeza, las náuseas y los mareos, que buen remedio.

Consejos para cocinar con albahaca
La mejor forma de cocinar con albahaca es usándola fresca o agregándola al final de las cocciones, para que no se cocine, ni pierda sus propiedades.

Os paso esta recetita que me encanta de salsa pesto:

Ingredientes:

  • 2 tazas de hojas de albahaca
  • 2 dientes de ajo (o 1 si la quieres más suave)
  • ½ taza de piñones (o nueces)
  • 100 gramos de queso parmesano
  • Aceite de oliva extra virgen
  • Sal
  • Pimienta

Preparación:

Coloca todos los ingredientes en la batidora y mezcla muy bien hasta obtener una crema suave. Si deseas que la salsa quede más espesa, puedes agregar aceite y si la quieres más ligera, puedes agregar un chorrito de agua caliente.

El resultado…. mmmmmmm espectacular!