Una delicia que siempre nos conquista a todos, hacerla en casa es fácil, rápido y el resultado es espectacular.
Los ingredientes de la pasta tradicional son dos: harina y huevo.
Tenemos diferentes combinaciones posibles para obtener una masa de pasta deliciosa y nutritiva, seleccionar una e ir cambiando para probar todas las opciones y así poder elegir la que más os guste.
*Ingredientes por persona.
Opción masa 1
100 g de harina 00
1 huevo M (a temperatura ambiente)
Opción masa 2
75 g de harina
25 g de sémola de trigo
1 huevo M (a temperatura ambiente)
Opción masa 3
30 g de harina floja
70 g de harina de fuerza
1 huevo M (a temperatura ambiente)
Ponemos la harina en un cuenco.
Hacemos un agujero en el centro de la harina y agregamos el huevo.
Comenzamos a mezclar los ingredientes con las manos hasta que estén bien integrados.
Sacamos del cuenco la masa y comenzamos a amasar manualmente, haciendo fuerza con la palma de la mano y doblando la masa sobre sí misma, estirando y volviendo a doblar. Repetimos la operación hasta que nos quede una masa elástica y poco pegajosa.
Hacemos una bola con la masa y la envolvemos en papel transparente. La dejamos reposar en un lugar fresco mínimo 1 hora, máximo 4 horas.
Mezclamos todos los ingredientes en el vaso 15 seg/Vel 6.
Amasamos 2 min / vaso cerrado, espiga.
Hacemos una bola con la masa y la envolvemos en papel transparente. La dejamos reposar en un lugar fresco mínimo 1 hora, máximo 4 horas.
Trucos:
Las medidas de los ingredientes no son exactas porque dependerán del tamaño del huevo y de cómo absorba la harina. Por lo que deberéis dejar una masa que no quede pegajosa, pero sin abusar de la harina para que no se seque.
Debemos amasar sobre una superficie de madera u otro material que no esté muy frío. No lo hagáis sobre mármol.
Los huevos deberán estar a temperatura ambiente.
Si ponemos más de un huevo es mejor batirlos un poco antes de mezclarlos con la harina.


Cómo estirar la masa:
Espolvoreamos una superficie con harina y colocamos la bola de masa. Cortamos la masa en tantos trozos como huevos tenga, trabajaremos de uno en uno, envolviendo el resto en el film transparente para que no se seque.
Si estiramos manualmente:
Sobre una superficie con un poquito de harina, estiramos la masa con ayuda de un rodillo de madera preferentemente.
Una vez que tengamos una lámina de masa, la doblamos a la mitad y volvemos a estirar, debemos repetir ese proceso hasta que la masa quede fina y lisa (unas 6 0 7 veces).
Si estiramos con máquina de pasta:
Con un rodillo estiramos un poco la masa, lo justo para que entre en la ranura de máquina.
La máquina es muy sencilla de montar, sólo hace falta colocar la manivela y darle vueltas.
Ponemos la máquina en el número más abierto y pasamos la masa por la ranura lisa.
La doblamos a la mitad y repetimos el mismo procedimiento, pero esta vez con un número más pequeño. Hacemos esto hasta conseguir el grosor deseado.
Algunos trucos:
Si la plancha de masa se hace muy larga es mejor cortarla o peligra que rompa o se pegue.
Para que la masa no se pegue, es importante espolvorear de harina la lámina de masa mientras la estamos trabajando.
Si la masa se rompe al estirarla, volvemos a doblarla y repetimos el proceso, poco a poco se hará más elástica, ¡paciencia!
Es importante que no pongamos directamente un número de la máquina bajo si la lámina es gruesa ya que nos romperá, tenemos que ir bajando progresivamente desde el número más alto al deseado poco a poco.
Formas de cortar la masa:
Algunas ideas pueden ser:
Fetuccini o tagliatelle; tiras de 1 cm de ancho
Tallarines; tiras de 0.5 cm de ancho
Pappardelle; tiras de 2 cm de ancho
Si cortamos de forma manual:
Lasagna: nos podemos ayudar con una cartulina, hacemos un cuadrado que encaje en el molde en el que haremos la lasagna. Usaremos la cartulina como patrón, cortando con un cuchillo varias láminas del mismo tamaño que iremos tapando con un paño y dejando reposar durante 1 hora.
Tallarines, tagliatelle o espaguetis: enrollamos la lámina formando un rollo un poco plano, previamente espolvoreamos la lámina para que no se pegue, y cortamos rodajas de masa con un cuchillo bien afilado. Desenvolvemos con cuidado y espolvoreamos con harina, tapamos con un paño y dejamos reposar 1 hora.
Si cortamos con máquina de pasta:
Lasagna: usaremos el cortador con el que haremos láminas exactas.
Fetuchini o tagliatelle y tallarines: Cortamos las láminas con una longitud de 20 cm. Colocamos los cortadores y la manivela en la máquina y pasamos las láminas por los cortadores, eligiendo el tamaño deseado. Espolvoreamos con harina la pasta para que no se pegue, la tapamos con un paño y la dejamos reposar durante 1 hora.
Algunos trucos:
Es muy importante que la pasta recién cortada esté espolvoreada de harina, de lo contrario se pegará y se harán pelotas de pasta que no se podrán despegar.
Para secar la pasta podéis colgarla, es muy útil porque así no se pegará.
Si no quieres gastar dinero en una máquina, pero dudas de tus habilidades con el cuchillo, hay rodillos corta pasta que dan muy buen resultado.



Ahora toca hervir la pasta:
Equivalencias aproximadas de pasta / agua
250 g de pasta para 3 litros de agua
500 g de pasta para 4 litros de agua
750 g de pasta para 5 litros de agua
1 kg de pasta para 6 litros de agua
Equivalencias aproximadas de sal
1 cucharada sopera de sal para 4 litros de agua
Ponemos agua y sal en una olla grande.
Cuando comience a hervir el agua echamos la pasta en la olla, con cuidado que no se pegue.
Dejamos cocer la pasta 3 minutos y retiramos del agua rápidamente para que no se pase.
Algunos trucos
La pasta deberá quedar al dente, es decir un poquito dura. Esto es así porque deberemos cocinarla un minuto con la salsa elegida y eso hará que se cueza otro poco más.
Si no vais a dejar la hora de reposo de la pasta, deberéis reducir el tiempo de cocción a 2 minutos.
La masa fresca aumentará un poco de volumen al cocerla.
Es bueno reservar un poco de agua de la cocción de la pasta para añadirla a la salsa y que así quede más jugosa.
La pasta hervida se conserva sólo un día, como mucho al día siguiente.
Podemos congelar la pasta, el momento de hacerlo es después de secarla y sin que esté cocida previamente. Durará en el congelador un máximo de 2 meses.
Pasta de colores
Para hacer la pasta de colores solo deberéis agregar ingredientes naturales que tiñan la masa.
Lo mejor es partir de las cantidades de la receta y si es necesario, aumentar la cantidad de harina hasta que quede una masa homogénea y poco pegajosa.
Además de los colorantes naturales, podemos añadir especias o hierbas aromáticas, no es lo más tradicional, pero podemos darle nuestro toque personal.
Harina siguiendo una de las opciones de los ingredientes
1 huevo M (a temperatura ambiente)
1 sobre de azafrán
Mezclamos el azafrán en polvo con la harina.
Incorporamos el huevo con la harina.
Comenzamos con el amasado.
Harina siguiendo una de las opciones de los ingredientes
1 huevo M (a temperatura ambiente)
1 cucharada de cacao puro en polvo
1 pizca de canela (opcional)
Mezclamos el cacao puro con la harina
Incorporamos el huevo con la harina y el cacao.
Comenzamos con el amasado.
Harina siguiendo una de las opciones de los ingredientes
1 huevo M (a temperatura ambiente)
1 cucharada sopera de salsa de tomate
Batimos el huevo con el tomate.
Incorporamos el huevo y el tomate con la harina.
Comenzamos con el amasado.
Harina siguiendo una de las opciones de los ingredientes
1 huevo M (a temperatura ambiente)
1 cucharada sopera de tinta de calamar
Batimos la tinta de calamar con el huevo.
Incorporamos el huevo con la harina.
Comenzamos con el amasado.
Harina siguiendo una de las opciones de los ingredientes
1 huevo M (a temperatura ambiente)
1 cucharada sopera de tomate concentrado
Batimos el huevo con el tomate concentrado.
Incorporamos el huevo y el tomate con la harina.
Comenzamos con el amasado.
Harina siguiendo una de las opciones de los ingredientes
1 huevo M (a temperatura ambiente)
1 cucharada de puré de remolacha
Trituramos la remolacha hasta que quede un puré muy fino.
Batimos el puré con el huevo.
Incorporamos el huevo y la remolacha con la harina.
Comenzamos con el amasado.
Harina siguiendo una de las opciones de los ingredientes
1 huevo M (a temperatura ambiente)
75 g de espinacas frescas o 50 g de espinacas congeladas
Las espinacas deberán cocerse con sal y una vez cocidas (unos 2 minutos) las dejaremos escurrir sobre un papel absorbente para eliminar el agua sobrante. Es muy importante que no tengan agua.
Batimos el huevo y las espinacas hasta hacer un puré fino.
Incorporamos el huevo y las espinacas a la harina.
Comenzamos con el amasado.
A disfrutar de lo lindo con una pasta casera, nutritiva y deliciosa que encantará a todos.
